LA COMPUTADORA EN LA EDUCACION PARA LA SALUD

Dr. Juan Pérez Milicua Siqueiros

a computadora personal ha llegado a ser una herramienta indispensable en muchos campos del conocimiento, y la medicina no ha quedado al margen de ello. En el ejercicio diario de la medicina tenemos contacto con grandes volúmenes de información como una de nuestras principales materias primas, y, aún sin operar computadoras, estamos acostumbrados a procesarla y muchas veces a explotar lo que de ella se desprenda para favorecer una mejor toma de decisiones. Muchas veces no hacemos una conciencia más profunda de ello, y con frecuencia se nos escapan algunas utilidades que podríamos tener de toda esa información que generamos o recolectamos.

Antes que en los consultorios privados, los grandes hospitales e instituciones se dieron cuenta de la gran dificultad del proceso de los datos y estadísticas hospitalarias. Se vieron ante la necesidad de modernizar dicho procesamiento incluyendo elementos tecnológicos computarizados. Aunque básicamente su primer manejo fue netamente administrativo y estadístico, cada vez mas necesidades iban resolviéndose con el uso de esta tecnología.

Cuando comenzaron a ser aplicadas las computadoras en los consultorios médicos, los profesionales de la salud comenzaron a tener mayores cantidades de datos sobre sus pacientes y el manejo que estos recibían. Se vieron ante la posibilidad de brindarle a sus pacientes no solamente una fachada de mayor profesionalización, pues hay que aceptar que la computadora en un consultorio al inicio brindaba dos pantallas: la del monitor, y la que se llevaba el paciente al ver lo moderno que era el consultorio de su médico particular (¡hasta computadora tiene!). También podían ofrecerle a sus pacientes impresiones actualizadas de su expediente personal, resúmenes clínicos, e incluso iniciaron a usar las computadoras para proporcionarles formas impresas con indicaciones, dietas, o información sobre su cuadro. Mas aún, considerando a la continuidad en la atención y a las acciones anticipatorias en el cuidado de la familia como dimensiones características de la Medicina Familiar, es en ellas que las computadoras ofrecen gran utilidad.

Dados los cambios demográficos y en la oferta y demanda de profesionales médicos, el número de pacientes que atiende regularmente un médico familiar en instituciones de salud (o incluso a otros niveles), oscila entre 2000 y 3000, con un promedio aproximado de 500 familias. El conservar un registro detallado y ordenado de ellos es labor titánica. Dado que hemos mencionado que la utilidad en el registro es innegable, este registro nos permite también tener acceso a esta información con fines de estudio. De aquí podemos desprender fácilmente bases sólidas para acciones de orden preventivo y de conservación de la salud, a la vez que nos permite establecer continuidad en la atención con la disponibilidad de los datos individualizados.

Otro campo en que ha servido al médico el uso de las computadoras, es el acceso a la información. Con la aplicación de las comunicaciones a través de línea telefónica con otras computadoras, y conexiones con proveedores de servicios de Internet, los médicos hemos logrado acceso a bancos de información y publicaciones que de otra manera no hubiéramos logrado. El Dr. Karl Singer relata como con una paciente portadora de una colitis colágena, cuadro de por sí poco frecuente, se enfrentó al hecho de que su paciente tuvo mayor información al respecto de su cuadro por medio de Internet, que la que él pudo proporcionarle, incluso sorprendiendo al gastroenterólogo al contar la paciente con tal cantidad de información al respecto de un problema poco común. Esta experiencia nos da una idea de lo importante que puede ser tener acceso a gran cantidad de información por este medio.

Sin embargo, en una reciente discusión de este tema con algunos colegas, me llamó la atención que se hacía referencia a una anécdota similar, mencionando que con el acceso a toda esta información, los pacientes incluso eran mas demandantes de los estudios de mayor avance tecnológico “apropiados” a su patología. En esto hay que descubrir una gran trampa. NO todo lo que se publica en Internet es lo mas avanzado o real. La lectura de lo publicado en la llamada “carretera de la información” debe hacerse con el mismo espíritu crítico que la lectura que se hace a las publicaciones médicas impresas. Es muy fácil caer, de lo contrario, en la trampa consumista de la dependencia tecnológica. Para una empresa poco escrupulosa productora o distribuidora de equipos, reactivos, medicamentos, etc. sería atractivo pagar publicaciones que alabaran sus productos o intentasen crear en el lector la necesidad de la adquisición o uso de los mismos. Se vuelve entonces un reto mayor el conocimiento de todo esto para poder tener los elementos teóricos contundentes para confirmar o rechazar las sugerencias o afirmaciones de los autores, y apoyar entonces a los pacientes en su búsqueda de información real y útil a su problema.

Aún que todas estas aplicaciones resaltan por su utilidad. El médico familiar o de primer contacto esta mas interesado por enfocar sus esfuerzos hacia un plan preventivo, y también en este campo la computadora llega a ser un fuerte aliado.

En la medicina se ha dado mucha difusión al concepto de educación médica continua a través de Internet, publicaciones electrónicas en CD-ROM (disco compacto), diskettes, sistemas de tableros de boletín (BBS), grupos de conversación (newsgroups) o correo electrónico. Servicios como:

·       Dr. Scope (www.drscope.com)

·       MedLine (www.medline.com)

·        MediWeb (www.mediweb.com.mx)

·        CyberMed (www.cybermed.com.mx)

·       etc.

son frecuentemente recomendados en publicaciones médicas y especializadas en computación. También se ha dado difusión a programas de entrenamiento simulado para manejo de urgencias, anestesiología, cardiología, etc. Sin embargo, todo esto sigue canalizado a la educación del médico. ¿Que podemos ofrecerle a nuestros pacientes en educación para la salud?

Decíamos antes que la prevención primaria, en especial la educación para la salud, debe ser una de las principales acciones a realizar por los médicos familiares y de primer contacto, y es aquí donde consideramos que la computadora puede servir de gran apoyo.

Veamos algunas posibilidades:

·     Adaptación de folletos educativos a las necesidades personales o a las características de su comunidad.

·     Generación de folletos educativos en caracteres grandes o apropiados para pacientes con deficiencias visuales, o en un lenguaje mas apropiado a las condiciones del paciente.

·     Personalización de folletos y material de apoyo a nombre del paciente, lo cual brinda a este una sensación de trato mas personal, y por lo tanto se logra mejor aceptación de lo propuesto.

·     Recopilación de material de apoyo educativo desde Internet, adaptándola a requerimientos específicos. Material que puede referirse a patología específica, cuidados a la salud, información farmacológica, etc. Aquí cabe hacer hincapié en que la información localizada en Internet debe ser vista con un punto de vista crítico y evaluada en cuanto a su veracidad y aplicabilidad antes de considerarla como parte de la información que pueda proporcionar con seguridad a su paciente, lo que de hecho debe realizarse en toda publicación consultada, ya sea electrónica o impresa.

·     Elaboración de material de apoyo o información complementaria para indicaciones médicas al paciente, que puede incluir información más extensa que la que el facultativo pudiese darle en un tiempo limitado de consulta.

·     Uso de gráficos o fotografías en pantalla como apoyo para explicación al paciente sobre su patología, una cirugía proyectada, o algunos aspectos educativos sobre, por ejemplo, planificación familiar.

·     Manejo de pantallas explicativas sobre algunos temas de cuidados de la salud, en substitución a los usuales rotafolios. Esto permite la disponibilidad de alta calidad del material al no dañarse por el uso diario, además de duplicarlo fácilmente, adecuarlo o incluso agregarle algunos elementos de sonido o video móvil (multimedia). Esto mejora la atención del paciente a la explicación y facilita la comunicación con él.

·     La factibilidad de usar estos “rotafolios electrónicos” en grupos de educación para la salud usando conexión de la computadora a pantallas de televisión, retroproyectores, o algún otro medio de proyección. Esto es de gran apoyo en el manejo de grupos educativos o de autocuidado de la salud, y manejable por el propio médico o el personal paramédico que cumpla con estas funciones.

·     El uso de programas simuladores que permiten al paciente calificar factores de riesgo o evaluar sus propios antecedentes esta cada vez mas difundido. En el consultorio pudiese disponerse de una computadora accesible a los pacientes en la sala de espera, con programas que le permitan autoevaluarse y detectar sus propios factores de riesgo antes de entrar a su consulta. Esta computadora puede, a su vez, estar proyectando diversos temas educativos en versión “demo” (programa de demostración autoejecutable) que los pacientes en espera podrían estar visualizando y que pueden renovarse o cambiarse de acuerdo con las condiciones o programas preventivos que se determinen necesarios.

·     Aplicación de programas educativos para niños con imagen de juegos. Uno de los campos mas difundidos en la computación son indudablemente los juegos, y ¿por qué no aprovechar esta situación y ofrecerles a los niños algo mas que simplemente juegos?. Hay en el mercado programas muy interesantes en los que los niños juegan a la vez que obtienen información sobre prevención de enfermedades, riesgos de la drogadicción, higiene, hábitos de alimentación, etc. También se han desarrollado múltiples enciclopedias sobre el funcionamiento del cuerpo humano, anatomía, reproducción, etc. las cuales recomendamos tanto a los padres como a los niños.

 

Entre las alternativas de software (programas o archivos) para estas aplicaciones, se han desarrollado múltiples programas comerciales, sin embargo, no es finalidad de este escrito hacer una revisión de los mismos.

 

 

Una afirmación que regularmente he sostenido en el manejo de grupos educativos de pacientes para el autocuidado de patología crónica y degenerativa es aplicable también en el autocuidado de la salud: Para vencer mas fácilmente al enemigo, es necesario conocerlo a fondo, comprender sus fuerzas y debilidades, identificar los elementos que en relación con el se nos tornan en amenazas, y las oportunidades que el entorno nos brinda para vencerlo. Si nuestros pacientes conocen mas a fondo los factores de riesgo a los que se ven expuestos, como los afectan, identifican los factores que los protegen, y reconocen las oportunidades que tienen de fortalecerse ante estos riesgos, tendrán mejores armas para vencer o mantener a raya a su enemigo natural: la enfermedad. También podrán ser mas conscientes de la importancia de sus propias acciones en el trabajo diario para un mejor futuro, un futuro en el que mejore el nivel de salud personal y de su núcleo familiar. Para llegar a ello se vale usar las herramientas educativas que sean necesarias y útiles. ¿No lo creen así?