Autor: Francisco Zúñiga, 1958
Técnica: Fundición en aluminio
Rescatado en: 1985
Andador del Centro Médico

El Instituto Mexicano del Seguro Social proyectó que en el Centro Médico Nacional Siglo XXI la atención de la salud fuera integral, de la más alta calidad en sus servicios y con tecnología de punta. Además de tener una arquitectura moderna y funcional contiene en su interior maravillosas obras de arte en las que se manifiesta la riqueza de nuestra cultura mexicana, tales como murales, escultural y vitrales, pasando a ser así un fiel testimonio de la evolución de la Seguridad Social en México y que al contemplarlas fortalecen el espíritu de la población derechohabiente.

El mural se encuentra en la pared frontal de nuestro Hospital de Pediatría, en el edificio de educación médica. Anteriormente formó parte de la arquitectura del antiguo edificio del hospital que a consecuencia de los sismos de 1985 tuvo que ser demolido por medio de una implosión y a pesar de ello, esta hermosa obra de arte resultó ilesa.

En esta obra se sintetiza el mítico origen de las artes en Mesoamérica, apareciendo como figura central el Dios Quetzalcóatl (dios-pájaro-serpiente), quien se hizo hombre al ser encarnado en el vientre de una virgen y haber nacido el día dedicado al oriente: Ce Acátl (una caña-flecha), del año también una caña.

Panorámica del Centro Médico Nacional Siglo XXI, 1992

Localizada en la explanada entre el Hospital de Especialidades y la Unidad de Congresos, esta gran obra presenta a la madre con su pequeño hijo. En sus rostros expresan la gran ternura, el amor y la tranquilidad que les brinda el águila: alertora y protectora, que con sus alas los cobija, siendo un fiel testimonio y símbolo de la Seguridad Social en México.

Autor: Federico Cantú Garza, 1958
Técnica: Bajo relieve en piedra de Xaltocan
Esta obra se encuentra en el muro principal del estacionamiento y está dividida en cuatro bloques: En el primero, de las entrañas de la tierra emerge un minero en busca de aire, en una atmósfera creada por Eolos (diocesillo del viento en la mitología griega), que se ubica en la parte superior. Y a la izquierda encontramos plantas de maiz y trigo, que son alimentos fundamentales para el pueblo mexicano. En el segundo, aparece el Ehécatl (dios del viento), rodeado por dos enormes pulmones sanos, recreados con figuras de hombres trabajando y practicando deportes. En el tercero, el médico atiende a un hombre con la tecnología más avanzada; abajo de él, unos pulmones deteriorados por la enfermedad. El conocimiento médico y el avance de la ciencia pueden lograr que el ser humano se reintregre a la familia y a la vida. Finalmente en el cuarto, Quetzalcóatl está representado por una serpiente estilizada y se aprecia un caracol cortado por la mitad.
Autor: Luis Ortiz Monasterio, 1964
Técnica: Escultura en piedra
Explanada del Hospital de Especialidades

Quetzalcóatl, a quien se le atribuyen la transmisión de la ciencia, la medicina tradicional, la creación del tiempo y la astrología entre otras cosas, se muestra impartiendo sus enseñanzas a la población indígena y las cuatro deidades o diosas del tiempo, sobre la música, la poesía, la danza, la pintura, la escultura y la arquitectura.

Los jaguares, a quienes los antiguos mexicas llamaron “Tlatlaquicelótl”, se encuentran representando al mal o la noche, y huyen en busca de refugio. En la parte superior izquierda aparece la Zona Arqueológica de Tula, Hidalgo donde sobresalen en la parte superior de la pirámide los “Atlantes” o “Titanes” de Tula. En este mural se magnifican los cuatro elementos indispensables para la vida: el agua, la tierra, el viento y el fuego, aunados a la belleza del arte y de la ciencia.

En la parte central se representa el enigmático Dios Ehécatl-Quetzalcóatl, su cuerpo es de hombre-dios; la trompa es característica del Dios del viento, del cual emerge el aliento creador de la vida.

En su mano izquierda dos serpientes que al entrelazarse forman el signo nahui-ollin-cuatro-movimiento, que significa el quinto sol o quinta era, de acuerdo a la mitología azteca. En su mano derecha sostiene una flecha que atraviesa un corazón.

Debajo, entre vapores, está representado Tláloc, Dios del agua, que hace brotar a la hermosa vegetación que enmarca a una familia disfrutando de la naturaleza. A la derecha se encuentra el caballo con patas de acero que representa el apocalipsis, su jinete es un guerrero que absorbe la energía del caracol, que cuando el aire lo hacía sonar se creía que era la voz de Ehécatl.

A la izquierda del mural se observan dos mineros que por la falta de oxígeno se ven vencidos y detrás de ellos una mujer vestida de blanco manifiesta la esperanza por recuperar la salud; la figura mitad humana y mitad metálica representa la vida y la muerte.

Autor: Luis Nishizawa, 1958
Técnica: acrílico en colores
Rescatado después de los sismos de 1985 por el INBA
Entrada a la Coordinación de Educación
En esta obra figura la imagen del águila posándose en los nopales y devorando una serpiente; en medio el plumaje de bellos colores representa el poder de los ancestros en la cultura mexica. La serpiente lleva en su boca el cuerno de la abundancia, del que emergen hermosas guirnaldas; debajo de ellas, representando la fuente principal de la alimentación en México, encontramos tiernas plantas de maiz.

En la base del mural, plantas acuáticas rodean el glifo de la gran Tenochtitlán. Se simbolizan con dos caracoles el agua y el fuego. Enmarcando la obra una cruz en bellos tonos azules, que representan los cuatro puntos cardinales.

La placa que se encuentra a mitad del mural hace alusión a la inauguración del Centro Médico Nacional siglo XXI, realizada el 7 de abril de 1992.

Autor: Adrián Brun, 1991
Técnica: Esmalte horneado
Entrada a las instalaciones de Centro Médico